Una prótesis es un aparato que se realiza para la boca del paciente y que está hecho a medida. Hay de dos tipos, por un lado están las removibles que permiten que el paciente pueda quitársela y ponérsela cuando quiera, y por otro lado están las prótesis dentales fijas, que es la estructura que se realiza a medida para rehabilitar de manera fija los espacios que han dejado las piezas que faltan. Con esto se consigue una salud bucodental y una mordida perfecta.
Tipos de prótesis dentales fijas
Estas se pueden dividir en dos grupos:
- Sobre implantes. Va sujeta sobre implantes que son los que la sujetan, de esta forma no depende del resto de piezas dentales.
- Sobre dientes. La prótesis va sujeta sobre dos dientes sanos, llamados pilares. Es necesario tallar las piezas sanas que servirán de sujeción, lo que supone una desventaja en esta técnica.
La prótesis dental fija también se puede dividir en grupos , en función de la pieza que se vaya a sustituir:
- Corona. Son las que sustituyen un único diente. Se hace sobre un diente previamente tallado o sobre un implante.
- Prótesis total. Esta prótesis se coloca sobre los pacientes que presentan edentulismo parcial y desean rehabilitar su boca de forma fija. Los implantes se descubren en la encía con un sistema de anclaje, que encajará con otro sistema de anclaje que tendrá la propia prótesis. El número de implantes superiores e inferiores dependerá de las características de cada paciente y de las condiciones de su boca.
- Puente: Sirve para sustituir un diente perdido, utilizando dos dientes sanos que sirven de pilares de sujeción. Con el puente, se pueden rehabilitar varias piezas, siempre que estas rodeen el espacio edéntulo y sirvan como pilares para ella.